El trabajo remoto era raro a principios del año 2000. Con el desarrollo tecnológico, que estimula nuevas dinámicas en la vida profesional y personal, el home office se integró a la cultura organizacional de varias compañías como una forma de retener talentos, de incentivar la colaboración y de estimular la agilidad en actividades fuera de la oficina - además de reducir los costos en infraestructura. Como resultado, hubo un auge en la práctica: más de la mitad de los ejecutivos trabajaron remotamente por más de dos días a la semana en todo el mundo en el 2019, según un estudio del International Workplace Group (IWG), que incluye a 15,000 profesionales de 80 países. Pero grandes empresas, como Yahoo y Bank of America, comienzan a retroceder en esa estrategia por causa de un reclamo simple pero fuerte: la salud mental de sus empleados, quienes debido a la distancia, se sienten aislados y con falta de compromiso.
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"La tecnología viene para bien y para mal", reflexiona Paulo Sardinha, presidente de la Asociación Brasileña de Recursos Humanos (ABRH). “Puede hacer que el trabajo sea más eficaz, más rápido, más asertivo. Pero, por otro lado, he observado que también genera una cierta ansiedad”.
Para el especialista, es una condición natural de cualquier persona ser social, lo que dificulta enfrentar situaciones, que anteriormente eran compartidas con colegas, en soledad. Sumado a esto, hay un volumen creciente de información, que llega a mayor velocidad. Esto promueve una frecuente mezcla entre asuntos personales y profesionales, lo que genera confusión en límites que antes eran claros. "Hoy en día, se recibe distracciones constantemente a través de WhatsApp", comenta. "Pero si me preguntan cuál es el balance [de la colaboración digital y el trabajo remoto], aún pienso que es muy positivo".
¿Dos pesos y dos medidas?
George Paiva, gerente de recursos humanos para América Latina en Orange Business, está de acuerdo en que el trabajo remoto y las soluciones de colaboración tienen dos lados. A pesar de que la reducción del contacto cara a cara entre colegas puede generar angustia para algunas personas, el ahorro de tiempo al desplazarse - crucial en las grandes ciudades - y el consecuente beneficio de poder dedicarle más tiempo a la vida personal, ofrecen un equilibrio. “Las herramientas de colaboración ofrecen brindan mucha libertad, son ágiles, pero hay que evaluarlas. El contacto es importante: almorzar con colegas, tomar un cafecito juntos, compartir fiestas de fin de año...”, comenta.
En Orange, por ejemplo, se adoptó el home office desde 2007. El modelo incluye una política clara para los que participan, una guía por escrito y capacitación desarrollada en base a estudios e investigaciones. El éxito de la iniciativa se mide en números: en 12 años, solamente un empleado no se adaptó a trabajar fuera de la oficina.
Paiva considera que actualmente la migración de un colaborador al trabajo remoto es natural, sin la necesidad de una capacitación intensiva. Durante los primeros tres meses, Orange monitorea el proceso y ayuda a crear un entorno que favorezca el trabajo remoto y proporciona las herramientas necesarias para la ejecución de tareas y la comunicación entre equipos. El empleado es incluso incentivado a realizar numerosas actividades durante el tiempo que anteriormente se empleaba en el viaje de la casa a la oficina, tales como realizar actividad física, pilates y yoga, además otras centrados en la calidad de vida, como meditación, administración de equipos y presentaciones.
Nuevas políticas de recursos humanos
Para Paiva, las tecnologías digitales y el trabajo remoto requieren no solo de nuevas políticas, sino también de cambios en los departamentos de recursos humanos, con un desempeño más humano y centrado en los empleados.
El especialista de ABRH está de acuerdo con Paiva, incluso resalta que políticas claras sobre el home office y el uso de soluciones colaborativas aumentan la calidad del trabajo. Sin embargo, estas políticas aún son más fáciles de observar en las grandes empresas. "Algunas experiencias muestran que es necesaria una planificación cuidadosa con revisiones períodicas, una definición de prácticas clara y la medición de resultados", comenta.
Cuidando la salud mental
Con respecto a la identificación de problemas de salud mental de los empleados, ya sea que hagan home office o no, los especialistas están de acuerdo en que es un problema más complejo. Después de todo, el departamento de recursos humanos no está formado por psiquiatras y psicólogos con la capacidad para realizar diagnósticos. Sin embargo, existen señales que se pueden identificar cuando los gerentes están abiertos a los informes de dificultades por parte de los empleados, además de contar con una estrategia clara para derivar el caso a profesionales calificados. En Orange, por ejemplo, se está desarrollando un taller para entrenar a los líderes en la observación del comportamiento de sus equipos y en la identificación de personas que necesitan apoyo. A partir de ésto surge un beneficio llamado employee solution: los empleados y su familia tienen acceso a un grupo de especialistas por medio de un número de teléfono gratuito, a través del cual pueden compartir sus problemas y ansiedades de forma confidencial. "Después de seis meses de utilización, el empleado puede identificar a un profesional y usar el seguro médico", explica Paiva.
Por lo tanto, el home office continúa ofreciendo ventajas, siempre y cuando las empresas permanezcan atentas a la calidad de vida y a la salud de sus empleados, manteniéndolos comprometidos y motivados en las actividades, incluso a distancia.
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