En las nuevas configuraciones del escritorio, no importa desde dónde se realiza el trabajo. Poner foco en la colaboración es una forma de aumentar la calidad de los proyectos.
La forma en que nos comunicamos acompaña la transformación tecnológica. El número cada vez mayor de dispositivos y herramientas a disposición contribuye a la composición de nuevas formas de trabajo y comunicación de las empresas, que poco a poco se adhieren a modelos culturales más colaborativos. En este contexto, entran en juego dos términos que a menudo se confunden como sinónimos, pero son conceptualmente diferentes: home office y digital workspace.
Ambos modelos de trabajo se diferencian del tradicional, ya que no demandan la presencia física del colaborador en la empresa diariamente. Pero en la práctica, mientras que el trabajo remoto es explicado básicamente por la ausencia en la oficina, la creación de un ambiente digital demanda un cambio más profundo en las organizaciones, basado en la ruptura de paradigmas y en la utilización de herramientas que promuevan la interacción, no sólo entre colaboradores pero también con clientes.
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Este nuevo modelo más flexible puede aumentar desde la calidad de vida, hasta la productividad de las personas, que dejan de pasar horas en el tráfico para llegar a la oficina, pero se comunican con colegas constantemente desde donde quiera que estén. El estudio “The digital workplace: Think, share, do: transform your employee experience” (El escritorio digital: piense, comparta, haga: transforme la experiencia de su colaborador, en traducción libre), de Deloitte, constató que las organizaciones con redes sociales internas son un 7% más productivas que las que no las poseen.
La necesidad de unir personas distantes geográficamente y formar grupos de trabajo compuestos por profesionales de diversas áreas impulsaron el desarrollo de herramientas que posibilitan la colaboración remota. Plataformas para conversaciones corporativas en grupo y pantallas interactivas que permiten debatir, compartir ideas, sugerencias de mejoras e incluso involucrar al cliente aún en las etapas iniciales del diseño, componen los llamados digital workspaces y crean dinámicas flexibles de comunicación unificada - por audio, vídeo y texto, de manera instantánea y a distancia.
Para alcanzar la evolución del home office, sin embargo, hay que romper con la visión de liderazgo matricial, aún presente en las empresas. Los modelos con un único gestor al frente de proyectos y áreas de actuación que no conversan entre sí pueden impedir el desarrollo de la colaboración horizontal, desvalorizando los beneficios del ambiente de trabajo digital.
El progreso tecnológico permite a las personas crear y compartir experiencias mientras trabajan en casa, en un restaurante, en la playa o en cualquier otro lugar. Depende de cada uno de nosotros que seamos, efectivamente, colaboradores de esta nueva realidad.
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Digital workspace y seguridad de la información
Colaboración: la era tech para optimización de la gestión de personas
Rodrigo Coppola es gerente de desarrollo comercial para América Latina. A lo largo de los años, ha estado trabajando en diferentes áreas dentro de Orange Business, como Project Management, Pre-Sales, Consulting y Business Development. Rodrigo se enfoca actualmente en soluciones de colaboración, respalda las necesidades de nuestros clientes, señala oportunidades, expande asociaciones y promueve nuestro portafolio de colaboración en la región.