Arthur Igreja, futurista y experto en Finanzas, Innovación y Negocios
La pandemia no terminó, como tampoco la transformación digital acelerada que ella provocó. Y quien actúe basado en la creencia de que "todo se normalizó" está siendo, como mínimo, utópico. Esa es la visión de Arthur Igreja, futurista y experto en Finanzas, Innovación y Negocios.
“Solo vamos a poder evaluar si la mayoría de las empresas incorporó el concepto de trabajo híbrido cuando la pandemia esté bajo control”, alerta en entrevista para el blog de Orange Business. En la siguiente conversación, comenta los próximos pasos de la innovación; si de hecho ocurrió en algunas empresas.
¿Quiere mantenerse informado de temas similares? Suscríbase al boletín de Orange Business.
Orange Business: Sueles decir que la innovación ocurre primero a nivel tecnológico y recién más tarde a nivel conductual. ¿Podemos decir que ese fue el caso de la transformación digital acelerada que experimentamos en los últimos meses?
Arhur Igreja: Creo que fue exactamente eso. Había muchas cosas disponibles para la continuidad de los negocios. Si una pandemia como esta hubiera pasado hace 30 años, la economía se habría paralizado por completo. Hicimos mucho más de lo que veníamos haciendo, corporativamente. Pero no compro la idea de que “todo cambió” en el 2020. Todo lo que pasó este año vino para comprobar que teníamos un montón de cosas —útiles, buenas— que no usábamos. Muchos cambiaron su mentalidad en relación con ese aprovechamiento que teníamos. Pero hay casos que no son tan animadores, como el de algunas empresas que, apenas disminuyó el número de casos en las ciudades donde están instaladas, exigieron un regreso a las oficinas sin mucha justificación. Eso viene de C-levels que no usaron las experiencias de este año como aprendizaje profundo, tomadores de decisiones que usaron el trabajo remoto como una “curita”, un parche para atravesar el período de aislamiento. Solo vamos a poder evaluar si la mayoría de las empresas incorporó el concepto de trabajo híbrido cuando la pandemia esté bajo control. El cambio fue vital para seguir facturando, pero solo los próximos meses o años dirán si vino para quedarse.
Orange Business: ¿Las exigencias y los desafíos de esos últimos meses dificultaron la vida de los C-levels que se concentraban más en el marketing personal que en los resultados?
Arhur Igreja: Seguramente. Se volvió más difícil "engañar". Otro condimento de esta historia es que existe el C-level que sí entrega resultados, pero no los que la empresa necesita. Es el tipo que hace mucho, pero no hace lo correcto. La pandemia exigió una serie de decisiones desagradables, que no son buenas para tener un buen marketing: despidos, negociaciones, reducciones salariales. Fue el momento de tomar decisiones rápidas, explícitas y duras. Y, hasta por eso, ha sido un momento que demanda mucha sensibilidad y humanización. Ahora es el momento de impulsar el crecimiento en medio de los escombros, y en este momento quedó claro quién es quién en el universo de la empresa.
Orange Business: Muchos sectores sociales están apostando a variables que todavía no se pueden comprobar: que habrá rápidamente una vacuna y que será eficaz, que la economía va a reaccionar cuando la mayor parte de la población esté inmunizada. ¿Cómo se deben posicionar los C-leves frente a este escenario de optimismo?
Arhur Igreja: Antes de ser optimista o pesimista, el C-level tiene que ser pragmático. Es lo que se espera de quien está en esa posición. Hay que ser realista. En el 2020, aprendimos que aun el mejor plan puede no funcionar. Las personas y empresas que fueron excesivamente optimistas en marzo, que creyeron que en 15 días todo se resolvería, perdieron dos semanas de reacción. Los negacionistas perdieron más todavía: tuvieron que volver atrás en sus posiciones. Creer que estará todo “bien” apenas llegue el 2021 es un comportamiento bastante infantil, una fuga de la realidad, una negación para hacer lo que se debe. O sea: no es la postura de un C-level. Aunque la vacuna sea increíble y esté disponible en dos minutos, no es realista imaginar que todo va a estar bien. Producir la vacuna a escala industrial e inmunizar a la población es un esfuerzo inmenso. Demandará por lo menos seis meses más. Hablar de un mundo pospandemia es absolutamente utópico. Será un mundo con pandemia. No por nada la mayor parte de los accidentes de tránsito ocurren en los últimos 50 kilómetros del viaje, que es cuando el conductor piensa que ya venció todo y está cerca del fin.
Orange Business: Para finalizar: si te llamaran para una sesión de mentoría o para aconsejar a un C-level, ¿qué considerarías indispensable para que éste atravesara los próximos meses con buenos resultados?
Arhur Igreja: Lo imprescindible es lograr mantener el espíritu del 2020 sin tener que afrontar la presión de la pandemia. Algunos negocios experimentaron mucha innovación, mucha digitalización, tuvieron que buscar ayuda con un mayor grado de humildad, y ese es el espíritu del 2020. Fue un año que derrumbó todo y a todos: en todo lo que nos creíamos sabios o experimentados, vivimos situaciones en las que no sabíamos qué hacer. Mantener ese grado de atención y vigilancia, mantener ese ánimo de mirar hacia la innovación, es el mejor consejo para el futuro.
Más información
Orange Business, división del Grupo Orange dedicada al universo B2B, es un proveedor global de servicios de TI y comunicaciones, estratégicamente posicionado para permitir que la transformación digital ocurra de forma fluida, garantizando el mayor beneficio posible a sus clientes, independientemente de los sectores dónde operen.