La adopción de las redes privadas y públicas es el primer paso para evitar que la inversion tecnológica se pierda. En esta nueva composición, la infraestructura demanda otro posicionamiento estratégico.
La transformación digital está en pleno auge: hasta finales de 2017, consumirá U$S 1,2 billones en inversiones según datos de la consultora global IDC. La conectividad, los servicios de TI, el desarrollo e implementación de aplicaciones (AD&D), representan juntos más de la mitad de la previsión de gastos.
Una de las principales características de la era de la conectividad y de la transformación digital es el aumento exponencial en el volumen de informaciones no sólo disponibles, sino también almacenadas y procesadas. Desde el punto de vista del negocio, el movimiento es absolutamente necesario, considerando los desafíos actuales: tener una estructura que permita un análisis preciso y oportuno de datos, que genere insights y transforme el go to market de la compañía, es esencial en tiempos en que la competitividad cada vez más fuerte. Un poco más lejos de los reflectores, el back office tiene que desdoblarse para permitir la realización de ese sueño: para que los datos sean transformados en informaciones estratégicas y estén disponibles en el momento adecuado, es necesaria una revolución total en términos de configuración de red e infraestructura corporativa. Y esa tarea no es menor.
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Cuando se habla de conectividad, hay que entender que las empresas son complejos estructurales que tienen un historial y, muchas veces, una infraestructura heredada. Por más que sea necesario adaptarse al futuro, es crucial atender plenamente a las necesidades presentes y garantizar la integración de la estructura existente - representado el histórico de la compañía.
Y es en este escenario que el concepto de redes híbridas ha ganado tracción en los últimos cinco años. Ellas mezclan redes tradicionales y conexiones totalmente digitales y en la nube, permitiendo aumentando el desempeño con tecnologías más flexibles y mantenimiento de un legado necesario. Es el principio de la unión de dos mundos.
Después de ese salto, surge un nuevo desafío: la seguridad de la información. Un ambiente cada vez más digital demanda estrategias más precisas, que eviten ciberataques. Considerando las particularidades de la empresa, el proyecto debe proteger la confiabilidad, la integridad y la disponibilidad de la información. En este escenario, toda la organización debe estar preparada para lidiar con la protección de datos, proceso que implica el compromiso profundo de los colaboradores - la principal brecha de la seguridad de la información.
Pero esa es sólo una parte de la historia. Las redes híbridas son un paso necesario hacia un entorno más flexible y seguro en las infraestructuras en nube. Me refiero a las redes definidas por software (SDN), que representan el fin de la dependencia del hardware y el uso del software como orquestador de toda la red. Será el final de las barreras físicas.
Colaboró José Renato Gonçalves, responsable de la dirección comercial de Brasil de Orange Business.
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Redes híbridas: cómo la conectividad afecta a las empresas globales
Con más de 20 años de experiencia en la industria de las TIC, Wagner Bernardes lidera el equipo comercial de Orange Business en Brasil. Wagner es un profesional altamente calificado con amplia experiencia en ventas, pre-ventas, desarrollo de negocios, gestión de portfolio, gestión de canales y gestión de equipos. Tiene una combinación de expertise técnico y comerciale, y habla inglés, español y portugués con fluidez.