Traer el protagonismo femenino al universo de la tecnología es un objetivo de Orange Business. No es solamente parte de nuestro discurso: es un propósito claro, con números objetivos y plazos específicos, y que solo se puede realizar a través de acciones afirmativas.
Una de esas acciones es el programa Women in Tech, que es parte del Engage 20-25, nuestro plan de cinco años con metas que se deben concretar hasta el final de 2025. Entre ellas, la propuesta es tener el 35% de mujeres en el área de tecnología. En este momento tenemos casi un 29%, un número que corresponde al promedio del mercado (un 28,8%, según un estudio de 2020 del instituto AnitaB). Pero queremos superar esta marca.
La propuesta del Women In Tech es capacitar a mujeres en situación de vulnerabilidad para desempeñarse en tecnología, más específicamente en el área de infraestructura. Y antes de seguir, es importante aclarar que la vulnerabilidad a la que nos referimos es, desafortunadamente, es muy amplia, contempla desde la falta de recursos materiales para la supervivencia hasta la desocupación.
En asociación con SINDITEC y SENAI, dos instituciones que son referentes en la educación profesional en Brasil, y con un importante partner local, Serratec (Parque Tecnológico de la Región Serrana), creamos un curso con 800 horas de duración, que concluirá en agosto de 2022. Hubo más de 300 candidatas, de las cuales se eligieron 35.
El principal criterio para la selección, que no tuvo límite de edad, fue el deseo de profesionalizarse y la capacidad de compromiso con la propia formación. Queríamos contar con personas que realmente creyeran que era posible transformarse a partir de la educación, del trabajo y de la tecnología. Y considero que la elección, hecha por un grupo de 30 profesionales de la Orange Busines Services, fue bastante acertada, porque tuvimos solamente dos deserciones a lo largo del curso, lo que es un índice fenomenal para ese tipo de programa.
Ampliando las posibilidades
Todas las participantes recibieron dispositivos, proporcionados por Orange Business y por las empresas asociadas. Periódicamente, había incluso una entrega de canastas de alimentos orgánicos. Sin embargo, la comprensión de que el programa de enseñanza no podría limitarse a las habilidades técnicas específicas fue más importante que los recursos materiales.
Durante el período de selección, identificamos que la mayor parte de las alumnas necesitaría un soporte pedagógico adicional para complementar sus fundamentos en matemática. Lamentablemente, existe una deficiencia histórica y notoria en la enseñanza de esa disciplina en Brasil. Por eso, nuestros partners desarrollaron un contenido para llevarlas al nivel de conocimiento exigido por el proyecto. El contenido del programa también contempló clases de idiomas y de habilidades interpersonales.
Ofrecer el camino para que tengan una profesión es solo el inicio del proceso de transformación que creemos posible. La base y el objetivo de Women in Tech son los mismos: transformar vidas. El programa debe ser un catalizador de cambios, capaz de impulsar a esas mujeres hacia mucho más.
Esas estudiantes pueden llegar a ser contratadas por Orange Business, según su desempeño y las oportunidades que surjan en la empresa. El contenido tuvo en cuenta la realidad de nuestras operaciones, ya que era lógico que ellas tuvieran la oportunidad de experimentar de cerca qué sucede en nuestra empresa. Sin embargo, la capacitación brindada las prepara para desempeñarse en el mercado en general. El fortalecimiento de las aptitudes en matemáticas y el aprendizaje de distintas habilidades técnicas las preparó en su mayoría para el trabajo en infraestructura, pero es lo suficientemente amplio como para ofrecer posibilidades en otros sectores de la actividad tecnológica.
Intertítulo
Cuando miro este proyecto en retrospectiva, veo que, pese a que hayamos hecho una selección bastante estructurada y dedicada de las participantes, no fuimos nosotros quienes las elegimos. Por el contrario: ¡ellas nos eligieron a nosotros!
Todas son personas con historias profundas y ricas, y que seguramente van a crear historias y trayectorias relevantes. El coraje y el empeño de ellas es sorprendente: la tecnología es una ciencia altamente compleja, y puede ser intimidante, en especial para quien no tuvo una educación formal sólida. Pero estas mujeres no dejaron que la duda o el miedo fueran mayores que su voluntad de transformar sus vidas.
Ya tuvimos iniciativas similares en el pasado, aunque ninguna estuvo exclusivamente dirigida al público femenino. Y, aun así, de esas iniciativas surgieron profesionales mujeres que hoy están con nosotros, muchas de ellas en puestos de liderazgo. Nuestro trabajo nunca fue el de entregar habilidades, porque ellas ya las tenían. Nuestra tarea era darles instrumentos y convocar el compromiso.
Todas esas acciones generaron historias increíbles. En un curso dirigido a personas con necesidades especiales, tuvimos un alumno cuya ocupación antes de capacitarse era vigilar un terreno baldío, y que al final del curso ya tenía un empleo como supervisor de seguridad. Vimos a personas con discapacidades motrices volverse no solo profesionales, sino ser reconocidas por sus talentos. Personas que posteriormente incluso pudieron graduarse en la universidad, obtener una licencia de conducir, comprar su propio auto.
Es eso lo que quiero decir cuando hablo en una acción afirmativa que transforma vidas. Y en el caso del Women in Tech, el potencial del impacto es incluso mayor, porque el proceso de convocatoria comenzó poco antes de las tragedias que arrasaron con Petrópolis y las ciudades vecinas (en febrero, lluvias fuertes provocaron deslizamientos e inundaciones que acabaron con la vida de centenares de personas y dejaron a miles desprotegidos). Llegamos a pensar que no sería posible avanzar con el curso, pero pudimos llevarlo adelante.
Nuestros planes incluyen hacer otros tres grupos, y el primero de estos viene con el desafío de tener un 50% de mujeres trans entre las seleccionadas. Somos conscientes del desafío y, por eso, estamos buscando expertos para que nos ayuden en ese reclutamiento. Es un sueño que se transformó en meta, con grandes chances de concretarse.
El efecto que genera este tipo de acciones es importante, porque motiva a más personas a que hablen sobre esto temas, y posiblemente inspire iniciativas similares. Sin embargo, creo firmemente que las acciones afirmativas como esta no se hacen para obtener reconocimientos o exposición mediática. Lejos de eso: se hacen como propósito vital. Solo es posible hacerlas si vives ese deseo transformador.
Como líder de RR. HH., mi mayor desafío es que cualquier persona que venga a trabajar con nosotros pueda ser quien realmente es, sin crear un personaje. El ser humano es único, y esa particularidad no solo se debe respetar, sino también incentivar, valorar y empoderar. Nos estamos ocupando de que el Women in Tech cumpla este objetivo a lo largo de toda su existencia, ¡y que su existencia sea larga!
George Paiva es gerente de Recursos Humanos para América Latina en Orange Business.