El sector también enfrentará cambios en la forma de consumo de los usuarios finales, que impulsan el concepto de compartir y la construcción de automóviles conectados e inteligentes.
El volumen de cosas conectadas aumenta exponencialmente, y los autos no son la excepción. Gartner estima que para 2022 los vehículos autónomos ya estarán en uso en carreteras limitadas y geo-controladas de Estados Unidos, pero aún necesitarán de una persona en el asiento del conductor, en caso de que la tecnología falle. En los próximos cinco años, predominarán los automóviles semi-autónomos, que aún exigen un conductor, mientras que las fábricas prueban más estrictamente la tecnología y la sociedad se ocupa de cuestiones legales y de aceptación de esta nueva cultura.
Me refiero a que la transformación es inevitable de toda la industria automotriz. Los cambios afectarán a todos ámbitos que componen el sector - desde la construcción de piezas para el montaje de vehículos hasta modelos de consumo de la sociedad - y serán incorporados conforme el avance de la conectividad, la inteligencia artificial y el Internet de las cosas (Internet of Things, o IoT).
Por un lado, las empresas tradicionales deben pasar por un proceso de renovación, en la búsqueda de espacio en el mercado cada vez más tecnológico y compartido. Por otro lado, nativas digitales y startups siguen desarrollando vehículos eléctricos y sustentables, que dispensan el uso de fuentes de energías no renovables.
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Basta pensar en el modelo de negocios de Uber. Es uno de los principales ejemplos de disrupción del sector y de la forma en que las personas consumen el servicio. La idea de compartir gana fuerza en la sociedad y adquirir un automóvil empieza a no ser una prioridad de la población: el 55% de los brasileños que usan servicios de vehículos compartidos cuestionan la necesidad de tener un automóvil, según la encuesta “Global Automotive Consumer Study” (“Estudio Global del Consumidor Automotriz”, en traducción libre), realizado por Deloitte.
El informe muestra cómo, además de las flotas de taxi, grandes marcas del sector se vieron forzadas a cambiar la manera en que entregan sus productos y servicios. Este año, en Japón, una famosa marca de coches utilizará su experiencia para poner en práctica un servicio compartido de autos propios.
Esta nueva relación con los automóviles también impacta el proceso de ventas de estos bienes y la infraestructura urbana de la ciudad. En algunos años, el número de plazas en estacionamientos, por ejemplo, puede disminuir, ya que muchos vehículos estarán en movimiento continuo.
Simultáneamente, las automotrices y los proveedores ya desarrollan piezas rastreables, dentro del concepto de cosas conectadas. Hoy, un fabricante es capaz de monitorear motores y accesorios y analizar los datos en tiempo real, a fin de optimizar el rendimiento y la vida útil de los automóviles, además de mejorar la atención al consumidor. Un ejemplo real y que actualmente ya se utiliza, es la información sobre el nivel de desgaste del vehículo, que posibilita al centro de soporte del usuario una atención ágil y eficiente, indicando puestos autorizados cercanos, con piezas disponibles, para programar e intercambiar repuestos antes incluso de que el problema ocurra.
Por otro lado, el sector deberá también absorber los cambios en la forma de consumo y la exigencia de los usuarios finales por la personalización de los vehículos, impulsando la evolución de la industria. El futuro todavía es incierto, pero en el mundo de las cosas conectadas y de las ciudades inteligentes, estar en un automóvil será una nueva experiencia.
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Hace 2 años, Leandro Laporta se unió a la Comunidad Climate Fresk y ha estado trabajando con Sandra y Bertrand para difundir esta iniciativa como facilitador en las Américas. Él es una figura clave en América Latina, ayudando a formar un grupo de Facilitadores para talleres que se llevarán a cabo tanto en portugués como en español. Tiene como objetivo entrenar al equipo de LAM, y, sobre todo, nos ayudará a alcanzar nuestro objetivo global de tener al 60% de los empleados de Orange Business capacitados para fin de año.