El cambio de conceptos antiguos y obsoletos debe involucrar a toda la empresa. Entienda la importancia y el papel de cada pilar en el proceso de disrupción.
Transformación digital (DX) ha ganado espacio en los últimos años y se estima que continuará en crecimiento, al menos, durante los próximos tres años. La explicación para esta perspectiva es simple: ninguna empresa podrá mantener su competitividad o sobrevivir si no invierte seriamente en este proceso. IDC predice que el nivel de transformación digital será el principal calificador de las empresas líderes de mercado en 2020. Esta evaluación se definirá por un nuevo y exigente conjunto de indicadores que demandará una mejora del 20% al 100% de desempeño en el negocio, considerando productos, servicios y experiencias perfeccionadas digitalmente.
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Para garantizar que la empresa se transforme sin perder espacio y enfoque en el negocio, el CIO debe conducir el proceso en asociación con otras áreas corporativas, que consideren estrategias, herramientas y, sobre todo, el impacto en el día a día de los colaboradores. Más que nunca, el CIO debe actuar como un verdadero socio de negocios, convirtiéndose en una pieza fundamental en el proceso de transformación digital de las empresas. El cambio debe ser estructurado por los líderes de la organización y éste debe ser hecho sobre la base de tres pilares: gestión, infraestructura y personas. En otro artículo, ahondaré sobre el rol del CIO en la conducción de ese proceso.
Gestión: es necesario definir políticas y procesos internos, lo que necesariamente requiere la sincronización de diversas áreas de negocio, especialmente Recursos Humanos, para construir una estrategia que lleve al negocio desde el punto en que está en ese momento hasta el nivel tecnológico al que se aspira llegar - incluyendo planificación, prevención y mitigación de riesgos. En esta etapa, también es necesario hacer un análisis financiero para medir los impactos de reducción o incremento de costos. Adoptar las mejores prácticas de gestión de TI y negocios (como ITIL, Six Sigma e Agile), garantizará una estandarización de los procesos y hará que el camino hacia la transformación digital sea seguro y claro para todos.
Infraestructura: es fundamental conocer el legado para definir qué cambios serán implementados y si el proceso será interno o a través de un outsourcing. Esto ayuda a construir un plan de riesgo para el proyecto que permite anticipar problemas potenciales mediante pruebas y otras herramientas. En este proceso es importante hacer una evaluación detallada de la estructura existente, preferentemente utilizando evaluaciones de diversos especialistas, tanto de dentro de la empresa y de socios confiables del mercado. En todo tipo de análisis, las evaluaciones cargan junto consigo preferencias personales. Por esta razón, utilizar consultores internos y externos ayuda a equilibrar las recomendaciones, lo que permite que las decisiones sean más acertadas.
Personas: se trata del pilar más complicado, pues requiere comprender prioridades, motivaciones y preferencias, tanto en ámbito profesional como en personal de cada individuo. Pensar en la transformación digital y presumir que todos los empleados y clientes se adaptan a los cambios fácilmente y sin impacto en la productividad es uno de los mayores errores que las compañías cometen. Una cosa es cierta: si la gente no adopta los cambios, toda la inversión se pierde.
Las compañías que diseñen un proyecto que incluya todos los puntos vitales para el flujo de negocio, incluyendo áreas estratégicas y considerando los intereses y beneficios que la tecnología traerá para las mismas, van a ser más exitosas el proceso de transformación, llegando más cerca de los conceptos digitales y alejándose del obsoleto mundo analógico.
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Samir El Rashidy es director de servicios corporativos de Orange Business para las Américas. Es responsable por los servicios que Orange brinda a sus clientes y ayuda a las grandes empresas a desarrollar estrategias de integración de tecnología para satisfacer sus necesidades de negocio. Durante los últimos 15 años, Samir ha liderado equipos de desarrollo de negocios, partners y gestión de proyectos, llevando innovación a grandes empresas. Samir tiene una amplia experiencia global, ha trabajado en tres continentes y habla inglés, portugués, español y árabe.