Según una investigación realizada por el Banco Mundial, las mujeres aún tienen menos probabilidades de ingresar y mayores de abandonar la fuerza laboral en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). La tendencia se debe en parte a que menos mujeres que hombres eligen seguir estudios en STEM, que a menudo todavía está relacionado con la calidad de la educación y las opciones que se ofrecen. La tendencia también se ve afectada por la igualdad de género, con una continua subrepresentación de las mujeres en los campos digitales.
Tuve la suerte de que me gustaran las matemáticas y la tecnología, eran días anteriores a Internet y la industria tecnológica internacional estaba llena de oportunidades. He tenido la oportunidad de trabajar en algunos campos desafiantes y dinámicos en mi carrera, desde PCs, dispositivos móviles y el boom del 3G, el cloud, la seguridad e inteligencia artificial, hasta aprovechar la tecnología para cerrar la brecha digital. Estuve en el corazón de la ola digital global y entiendo el importante papel que las mujeres deben jugar en la cuarta revolución industrial.
Los modelos a seguir de la era digital son invaluables
Uno de los desafíos para las mujeres jóvenes es encontrar modelos a seguir para identificarse en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Las mujeres necesitan mentores que aporten consejos sobre cómo lograr un equilibrio adecuado entre la vida y el trabajo y brinden un ejemplo positivo de cómo se puede forjar una carrera exitosa en roles de STEM. Para empezar, es importante que las mujeres adquieran una sólida confianza en sí mismas y comprendan que no tienen que elegir entre tener una familia o una carrera. Un buen mentor ayuda a dar forma a los objetivos profesionales.
Un modelo a seguir en las áreas de STEM puede duplicar el interés de las niñas por desarrollar una carrera en estos campos. La tendencia es evidente en un estudio a escala realizado por Microsoft que representa a niñas y mujeres de 10 a 30 años. Si bien no existe una solución única para motivarlas, debemos explorar tantas vías como sea posible para entusiasmarlas con la era digital. Orange, por ejemplo, ha organizado los talleres #SuperCoders para introducir a los niños entre 9 y 13 años a la codificación por computadora. La respuesta es que las experiencias de codificación han motivado mucho a las niñas. Microsoft ejecuta por ejemplo, Digigirlz, para dar a las jóvenes de secundaria la oportunidad de aprender sobre carreras digitales.
Es positivo ver que las mujeres millennials ya están buscando empleadores con fuertes registros de diversidad. Según una encuesta de PwC, el 85% dijo que la política de una compañía sobre diversidad, igualdad e inclusión de la fuerza laboral era una consideración importante para aceptar un rol.
Avanzando en ecosistemas de trabajo digital
Las mujeres deben ser proactivas y asumir algunas de las responsabilidades para su propio avance. Aquí presento cinco consejos de mis propias experiencias que pueden ser útiles:
1. Estate abierta al cambio y movete fuera de tu zona de confort. Si necesitás moverte o cambiar los roles de trabajo para expandir tus habilidades digitales por ejemplo, todo es parte de la carrera profesional. Un ciclo de cambio cada cinco años es bastante común en el campo.
2. No dudes en compartir tus objetivos con tu gerente o colegas. Comentale a la gente dónde querés estar y qué habilidades deseás desarrollar.
3. Identificate y conectate con mentores tanto masculinos como femeninos que puedan ayudarte en tu carrera profesional y puedan actuar como patrocinadores dentro de la organización para apoyar tu progreso. Lo más importante es que el mentor entienda lo que las mujeres pueden aportar al negocio.
4. Preparate para correr riesgos y obtener más experiencia: inscribite en nuevos proyectos y disfrutá aprendiendo en el trabajo.
5. Finalmente, sé ágil, seguí avanzando y abrazá los cambios y oportunidades globales externas. Los campos STEM tienen numerosas oportunidades de trabajo a la espera de ser tomadas y se prevé que crezcan, al menos, un 13% hasta 2027 (según iD Tech).
No hay mejor momento para abrir la puerta digital
Estamos en medio de una transformación digital que está creando una gran cantidad de oportunidades para las mujeres, sin embargo, según las últimas cifras del Departamento de Estadísticas Laborales de los EE. UU., sólo el 25.2% de los puestos en informática y ocupaciones matemáticas son ocupados por mujeres. Según el Centro para la Igualdad de Género en Ciencia y Tecnología de la Universidad Estatal de Arizona, las mujeres afroamericanas e hispanas representan menos del 12% de la cifra total. Una imagen similar, si no una vista inferior, es la que se ve en líneas generales en el resto del mundo.
Esto debe cambiar y cambiará. La diversidad, incluida la de género, es integral para representar al mundo tal como lo es hoy en día con un impulso hacia una economía unificada más fuerte y una sociedad global integrada. Según un informe reciente de McKinsey, los equipos diversos son, en promedio, más creativos e innovadores, lo que lleva a un mejor desempeño financiero para sus empleadores. Los beneficios son un llamado a la acción para cualquier empresa digital.
Lo que aprecio de trabajar con Orange es que la igualdad y la diversidad de género tienen una gran importancia en nuestra organización. Tener versatilidad en geografías, culturas y géneros es una parte natural de la cultura global de la empresa.
Hélène Auriol Potier es vicepresidente ejecutiva global de Orange Business. Su experiencia de liderazgo abarca muchas áreas de transformación digital y se enriquece con su carrera en la industria de TI y telecomunicaciones. Con períodos en Microsoft y Dell, Hélène ha ocupado cargos en los Estados Unidos, Europa, África y Asia, y actualmente forma parte de la junta directiva de Safran S / A y ODDO BHF Bank. Hélène es una ávida defensora de la presencia de las mujeres en las áreas de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y tiene el objetivo personal de capacitar a las mujeres interesadas en las tecnologías digitales para lograr el equilibrio adecuado entre la vida personal y el trabajo.