Parece que todos hablan de IA y ofrecen soluciones que podrían cambiar el mundo. Desafortunadamente, todavía hay muchos mitos dando vueltas alrededor de esta tecnología, sobre lo que es y lo que no es. Es, por ejemplo, mucho más que un análisis avanzado y sofisticado. Esto ha llevado a la confusión entre las empresas, los líderes de negocios y los gobiernos sobre lo que la IA podría lograr realmente para la economía digital y la sociedad en general.
Tuve la suerte de trabajar en un proyecto global de IA para una compañía internacional de software hace algunos años y he visto de primera mano el potencial que tiene la tecnología para el bien social. Pero también entiendo que debemos poner sus capacidades en perspectiva. No es una bala de plata para los problemas del mundo.
Descubriendo la IA
Tenemos que recordar que la IA es una disciplina de ingeniería informática. Como señaló recientemente Alexander Linden, vicepresidente de investigación de Gartner, algunas formas de machine learning (ML), un sector de la IA, "pueden haber sido inspiradas por el cerebro humano, pero no son equivalentes." Sí, esta tecnología puede imitar el comportamiento humano. Pero, tiene un largo camino por recorrer antes de que pueda usar la memoria de contenido y pensar como nosotros.
La IA puede reducir el sesgo, pero no puede eliminarlo por completo, ya que puede introducirse en algoritmos de datos de entrenamiento. Una investigación del MIT encontró que los algoritmos de ML en realidad pueden discriminar la raza y el género, por ejemplo, si se alimentan con datos sesgados.
Esta tecnología tiene la capacidad de hacer mucho bien, pero los sistemas de IA sesgados podrían causar problemas en el futuro, alimentando y agravando los prejuicios existentes y las desigualdades sociales si no se controlan adecuadamente. En este ámbito, sin duda veremos una creciente legislación gubernamental en torno a algoritmos que serán una compleja batalla legal.
IA para el bien social
La buena noticia es que más allá de las grandes empresas, las organizaciones ya están utilizando IA para abordar problemas sociales apremiantes. Los pesos pesados de la tecnología, como Microsoft, Facebook, Intel y Google, se han apresurado a participar rápidamente y ya tienen proyectos interesantes en marcha que ya están marcando una diferencia en la vida de las personas.
India, por ejemplo, tiene una grave escasez de sangre segura para transfusiones. Facebook desarrolló una herramienta de IA que permite que individuos y organizaciones se unan para dar y recibir sangre, y la herramienta ahora está disponible en Pakistán, Bangladesh y Brasil, así como en la India. La IA reconoce cuándo el contenido de una publicación de Facebook está relacionado con la donación de sangre y automáticamente envía un mensaje a la persona u organización y los invita a participar. Actualmente, 35 millones de personas se han inscripto para ser donantes de sangre y se han salvado innumerables vidas.
La IA de “Microsoft para la Tierra” es otro programa innovador diseñado para poner estas herramientas en manos de quienes trabajan en temas ambientales globales. Los socios de IA incluyen OceanMinds, que está usando esta tecnología para proteger la biodiversidad y aumentar la sostenibilidad de la pesca mundial, mientras que WildMe la está usando para identificar especies animales al borde de la extinción. Estos son solo algunos de los muchos proyectos inspiradores de IA en marcha que cambiarán nuestro planeta para mejor.
En los importantes retos a los que se enfrentan las empresas este año, es cada vez más importante innovar con herramientas y procesos que aprovechen esta herramienta y ofrecer una mejor accesibilidad digital en general. En Orange, reconocemos los beneficios de enseñar IA para optimizar los buenos resultados sociales y evitar sesgos y desigualdades.
Colaborar por el bien común
Los ejemplos reales de IA ya están a nuestro alrededor, desde el diagnóstico de diabetes y ciertos cánceres hasta la predicción del riesgo de desastres naturales como terremotos y tsunamis. Estamos viendo que la IA rastrea todo, desde enfermedades hasta niveles de dolor.
Nuestra empresa está desarrollando y colaborando en soluciones de IA para infraestructuras críticas y cuestiones medioambientales. Una de nuestras soluciones, Orange Flux Vision, formula estadísticas precisas sobre patrones de movilidad en tiempo real. La Organización Mundial de la Salud está utilizando Flux Vision para un proyecto de epidemiología en el Congo con el fin de controlar las enfermedades y otros factores relacionados con la salud. La tecnología fue utilizada con éxito en un proyecto similar por Dalberg Data Insights, que vincula las soluciones de datos con los desafíos del desarrollo internacional en la República de Guinea.
En el Centro Hospitalario Universitario de Niza, en el sur de Francia, hemos estado trabajando en la creación de una solución para la evaluación del dolor utilizando expresiones faciales y tecnología de IA. Esto está resultando muy valioso en pediatría, por ejemplo, particularmente después de la cirugía, donde los bebés y los niños pequeños no pueden comunicar cómo se sienten.
Para que esta tecnología pueda desarrollar aún más su potencial para cambiar nuestro mundo para mejor, su uso para la buena voluntad social debe ampliarse, especialmente en las áreas de accesibilidad de datos y conjuntos de habilidades. El talento de la IA todavía es muy escaso, lo que finalmente está ralentizando los avances en el campo de la medicina, por ejemplo.
La colaboración multisectorial es, en mi opinión, esencial para el avance seguro y ético de la AI para el bien social. Las partes interesadas, tanto del sector público como del privado, tendrán que colaborar más para garantizar que esta tecnología logre objetivos alcanzables para el bien social. Esto significa compartir datos y habilidades.
La AI puede tener un impacto muy positivo en nuestro mundo, cambiando la vida de millones para mejor. Es esencial; sin embargo, tener un marco para que avance la innovación responsable si queremos aprovechar el poder de la IA para el bien social y no acabar con más problemas que soluciones.
Hélène Auriol Potier es vicepresidente ejecutiva global de Orange Business. Su experiencia de liderazgo abarca muchas áreas de transformación digital y se enriquece con su carrera en la industria de TI y telecomunicaciones. Con períodos en Microsoft y Dell, Hélène ha ocupado cargos en los Estados Unidos, Europa, África y Asia, y actualmente forma parte de la junta directiva de Safran S / A y ODDO BHF Bank. Hélène es una ávida defensora de la presencia de las mujeres en las áreas de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y tiene el objetivo personal de capacitar a las mujeres interesadas en las tecnologías digitales para lograr el equilibrio adecuado entre la vida personal y el trabajo.