Datos y personas: estas son las bases de la segunda ola de la transformación digital. Para las empresas, cuidar de estos dos elementos será vital no sólo para el crecimiento del negocio y de los ingresos, sino también para sobrevivir. Ante esto, el profesional que logre combinar el conocimiento técnico de TI con la inteligencia en la gestión de los datos tiene un futuro prometedor.
El científico de datos puede tener formación en ciencias de la computación, matemática, estadística, ingeniería o en áreas correlativas. Lo más importante es la visión estratégica, la mirada a las tendencias, el “pensar fuera de la caja”, la curiosidad y la voluntad de solucionar problemas.
Las estadísticas ayudan a entender la importancia del tema. En 2017, tuve acceso a un estudio de la consultora Constellation Research que traía cifras significativas: el 75% de las 105 compañías encuestadas estaban inmersas en actividades de análisis de datos, y 1/3 de ellas afirmaba que sus inversiones en datos estaban aumentando significativamente. Si hace dos años ese asunto ya era relevante para el mundo corporativo, hoy se ha vuelto esencial.
La importancia de esta cultura de datos lleva a más y más empresas a buscar soluciones tecnológicas como la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas (IoT), y el sistema Blockchain. La IDC (International Data Corporation) prevé que las inversiones en la transformación digital llegarán a US$ 1,2 billones este año.
Estamos frente a una nueva moneda en el mundo digital, y el gran desafío de las empresas es saber qué hacer con esa enorme cantidad de datos para mejorar procesos y servicios.
La habilidad de cruzar información para crear insights diferenciados dentro de las organizaciones es lo que hace al científico de datos el profesional más solicitado de la segunda era de la transformación digital. En ese escenario, la TI deja de ser un gasto y pasa a ser un activo de las compañías.
El primer paso de esta transformación es crear una cultura de datos en la empresa, teniendo en cuenta su importancia para la optimización de los servicios y la capacidad que tienen para mejorar la experiencia y el compromiso del consumidor. Esto requerirá que el profesional de TI este cada vez más cerca del cliente con el fin de entender sus demandas y aportar soluciones.
Si usted es un profesional de TI o de otras áreas empresariales y desea seguir por ese camino, le recomiendo actualizarse o especializarse con cursos, workshops y paneles. Haga también networking y, lo más importante, tenga una visión mercadológica de su trabajo. Reconozca a la tecnología de la información como un activo importante y estratégico dentro de cualquier negocio, ya que el futuro llama a su puerta trayendo con él oportunidades infinitas.
George Paiva es gerente de Recursos Humanos para América Latina en Orange Business.